El herpes genital es muy común en Latinoamérica y en todo el mundo. Las investigaciones demuestran que hasta un 20% de las personas sexualmente activas en América lo tienen. Esa es una de cada seis. Y eso es demasiado. Lo peor es que muchas de ellas ni siquiera saben que lo tienen.
La infección por herpes es causada por un virus. Hay dos tipos. El primer tipo, el herpes simplex - 1, provoca lo que se conoce comúnmente como "herpes labial" que aparece en la boca o en los labios. Hay medicamentos de venta libre que están disponible para tratar esto.
El segundo tipo se llama herpes simplex -2. Este es el virus del herpes genital. Es una enfermedad de transmisión sexual (ETS). Cualquier persona que da positivo por esta infección puede propagarla a los demás a través de la actividad sexual. Cuando una persona entra en contacto con otra persona que lo tiene, ellos también pueden padecerla.
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Incluso cuando la persona infectada no tiene síntomas, puede transmitirla. El uso del condón no siempre protege a las personas de padecer herpes genital. No tener relaciones sexuales (llamado abstinencia) es la única manera de evitar por completo el riesgo de contraer este padecimiento. Entonces, ¿cómo saber si lo tienes? La única manera de saberlo es a través de una prueba de ETS.
Es una locura el como vive el herpes genital dentro del cuerpo. Lo que pasa es que el virus entra en el sistema a través de la piel. Luego, se desplaza dentro del cuerpo y en los nervios en los que vive para siempre. Puede que nunca se active y simplemente viva dentro de una persona durante toda su vida. Sin embargo, puede decidir volverse activo en cualquier momento. Esta actividad se caracteriza por lo que los médicos llaman un "brote".
Un brote es cuando las ampollas y/o úlceras abiertas aparecen en y alrededor de los genitales y/o la región anal. La mayoría de las veces, estas ampollas eventualmente crean una costra y sanan en el transcurso de unas pocas semanas. Pero, los brotes pueden ocurrir una y otra vez, mientras vivas.
Sin embargo, estos no son los únicos síntomas. Otros síntomas pueden incluir: llagas dentro del tubo por la que pasa la orina (llamado uretra), dolor al orinar (especialmente en mujeres), inflamación de los ganglios y fiebre. Algunas personas incluso se quejan de dolores de cabeza y dolores de espalda. Una prueba de enfermedades de transmisión sexual es la única manera de saber si estos síntomas son de herpes genital o algo más.
Una vez que una persona se infecta, los síntomas pueden aparecer a los pocos días o puede tomar un par de semanas. Pero a veces la gente puede tenerla por años y nunca mostrar síntoma alguno hasta que de repente un día se dan cuenta de llagas abiertas en sus genitales. Los síntomas pueden ser leves cuando una persona apenas los nota.
También pueden ser muy dolorosos y graves. De cualquier manera, es importante hacerse la prueba en un laboratorio y tratada por un médico. Hay medicamentos con receta que se pueden tomar para evitar brotes y otros síntomas al mínimo.
Es importante mantener los brotes a un mínimo y no tocar las llagas cuando se producen. El fluido de una úlcera puede ser transferido a otra parte del cuerpo a través del tacto. Por ejemplo, si alguien toca una llaga y luego se toca sus ojos, podrían transferir la infección a su ojo.
El herpes genital puede ser especialmente perjudicial para las mujeres. Si no se trata, esta infección puede causar abortos involuntarios o parto prematuro a las mujeres embarazadas. Se recomienda que las mujeres embarazadas tengan un parto por cesárea en lugar de uno vaginal. Esto reduce el riesgo de dar el virus del herpes para el bebé.
Hay varias maneras de reducir el riesgo de contraer herpes. El primero, el mejor, y el único modo de evitar el contacto con el virus es no teniendo relaciones sexuales o participando en la actividad sexual. Esto se llama la abstinencia. Cualquier persona que no practique la abstinencia está en riesgo.
Estar en una relación monógama (significa que estás sólo con una persona) que tiene una prueba de ETS negativa, definitivamente reducirá el riesgo, pero nunca se sabe si tu pareja te puede engañar. El uso de condones de látex durante toda la actividad sexual es otra forma de reducir el riesgo. Sin embargo, los condones no pueden evitar que te contagies.
Las áreas de los genitales y el ano que no están cubiertas por el condón, pueden tener la infección y provocar que se pueda transmitir. Entonces, ¿cómo saber si tú o tu pareja tiene herpes genital? Una vez más, una prueba de enfermedades de transmisión sexual es la única manera de saber si tienes el virus del herpes genital.
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1 comentarios:
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